«Es imprescindible rechazar la oposición tradicional entre
fantasía y realidad, en la cual realidad significa “lo que existe” y fantasía
“lo que no existe”. Esta oposición no tiene sentido. ¿Acaso no existen los
sueños? ¿No existen los sentimientos por el hecho de, aparentemente, no tener cuerpo, aunque nazcan de él? ¿De dónde
iba a sacar la fantasía el material de sus construcciones sino de los datos de
la experiencia?» De Gramática de la
fantasía, de Gianni Rodari.