jueves, 17 de junio de 2010

EL BLOG DE MIGUEL ORTEGA ISLA

Miguel Ortega es un magnífico escritor, poeta, narrador...un escritor que tiene una obra considerable, de una apasionante actualidad, por su juventud de pensamiento, y de una gran originalidad y profundidad. Ha sido, además, fundador junto con Santiago, de ESCRITORES EN RED y su primer presidente. El ha puesto este poema en su blog, como reconocimiento a mi literatura y como muestra de amistad. Por eso os pido que os paseis por su blog, que veaís, no sólo la entrada que hace referencia a mi, sino sus entradas anteriores. En ellas también expone trabajos de Enrique Gracia, de Santiago Solano y, por supuesto, de él mismo. Poesía con intención, culta, de gran interés. No acostumbra a poner comentarios - su médico le prohibe estar demasíadas horas delante del ordenador, por la vista - e incluso, en su entrada anterior, un poema esplèndido con referencias a La Masonería, me pidió que cuidara el jardin y contestara yo a los comentarios.
Pongo a continuación el poema mio que él ha puesto, perteneciente a mi libro Tomo Secreto. Pero lo que me gustaría es que pasarais directamente por su blog.

GABARDINAS

Amo las gabardinas.
Gabardinas paseando por un parque,
gabardinas paradas en un café.
Cuando camino por el Otoño,
envuelto en una gabardina,
siento que pertenezco
a un mundo extraordinario.
Un mundo de seres extraordinarios
envueltos en gabardinas ordinarias.
Gabardinas a veces gastadas de compañía,
a veces circundadas de soledad,
que son siempre
espíritu del paisaje gris y luminoso
que atravesaron sus portadores en la huida.

Porque, y este es el gran secreto
de los que llevan gabardina en el Otoño,
todas las gabardinas son retazos
de un pasado del que no queremos
marcharnos definitivamente.

Port

Por cierto, en la próxima y nueva entrada, pondré un poema o un texto de Miguel, con unas letras sobre su obra. Este es uno de los sentidos de la Blogsfera: la unión de fuerzas, el apoyo común. Y la buena Literatura.

martes, 8 de junio de 2010

EL HOMBRE ES DUEÑO DE SUS SILENCIOS Y ESCLAVO DE SUS PALABRAS.

Habrá que concentrarse para, en la medida de lo posible, ser dueño también de las palabras.